Un día, un pensador indio les hizo a sus discípulos la siguiente pregunta:
– ¿Por qué la gente grita cuando está molesta?
– Gritamos porque perdimos los estribos, dijo uno.- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? – volvió a cuestionar el pensador.
– Bueno, gritamos porque queremos que la otra persona nos escuche, respondió otro discípulo.
Y el maestro vuelve a preguntar:
– ¿Entonces no es posible hablarle en voz baja?
Surgieron varias otras respuestas, pero ninguna convenció al pensador. Luego aclaró:
– ¿Sabes por qué le gritas a una persona cuando estás molesto? El hecho es que cuando dos personas están molestas, su corazón llega muy lejos.
Para cubrir esta distancia necesitan gritar para poder escucharse.
Cuanto más molestos estén, más fuertes tendrán que gritar para escucharse entre sí, a gran distancia.
Por otro lado, ¿qué pasa cuando dos personas están enamoradas?
No gritan. Hablan suavemente.
¿Es porque?
Porque sus corazones están muy cerca.
La distancia entre ellos es pequeña.
A veces sus corazones están tan cerca que ni siquiera hablan, solo susurran.
Y cuando el amor es más intenso, ni siquiera necesitan susurrar, solo se miran, y ya es suficiente.
Sus corazones se entienden.
Esto es lo que sucede cuando dos personas que se aman son cercanas.
Finalmente, el pensador concluye diciendo:
“Cuando discutas, no dejes que tu corazón se vaya, no digas palabras que te alejen más, porque llegará un día en que la distancia será tan grande que ya no encontrarás el camino de regreso”
Amante de Los Buenos Eventos, apasionado por la Verdad, Activista por los Derechos de los Animales. Instagram
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